En nuestra sociedad actual, es común que las personas se sientan ofendidas o heridas por comentarios o actos ajenos. Si este comportamiento resuena en ti, tal vez te estés preguntando cómo dejar de sentirte insultado a la menor provocación. Este artículo busca brindarte una guía para entender y manejar la susceptibilidad.
Entender la susceptibilidad: ¿qué es exactamente ?
Definición de la susceptibilidad
La susceptibilidad se refiere a la predisposición a sentirse herido, irritado o agraviado por ciertos actos o palabras. Es un estado emocional que puede complicar las relaciones sociales y hacer difícil convivir con personas susceptibles.
Diferencia entre sensibilidad y susceptibilidad
Aunque puedan parecer similares, sensibilidad y susceptibilidad no son lo mismo. La sensibilidad se relaciona con la capacidad de percibir y responder a estímulos, mientras que la susceptibilidad tiene que ver con reaccionar fuertemente a críticas o comentarios negativos.
Al entender bien qué es la susceptibilidad, podemos empezar a identificar sus raíces y buscar maneras efectivas de manejarla.
Las raíces profundas de la susceptibilidad
Falta de autoestima e hiperestimación personal
La susceptibilidad puede ser el resultado tanto de una falta de autoestima como de una autoestima demasiado elevada. En ambos casos, uno puede tomar los comentarios ajeno demasiado en serio, lo que lleva a una percepción distorsionada de la realidad.
Blessures d’enfance
Las heridas infantiles también pueden ser un factor importante en la susceptibilidad. Experiencias tempranas de rechazo o crítica excesiva pueden llevar a uno a desarrollar una sensibilidad aguda a cualquier forma de crítica en la edad adulta.
La comprensión de estos orígenes profundos es el primer paso hacia la superación de la susceptibilidad.
Estrategias de auto-compasión para atenuar la sensibilidad a las críticas
Aceptar y retirarse de situaciones difíciles
Una estrategia efectiva para manejar la susceptibilidad es aprender a reconocer y aceptar cuando te encuentras en una situación difícil, y luego tomar la decisión consciente de retirarte.
No buscar siempre tener razón
La necesidad constante de tener razón puede alimentar la susceptibilidad. Es más saludable aprender a escuchar y aceptar diferentes puntos de vista sin sentirse amenazado.
El manejo efectivo de nuestras emociones nos lleva al siguiente punto: poner palabras en lo que sentimos.
Gestión de las emociones: poner palabras a lo que sientes
Desarrolla tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional es clave para gestionar adecuadamente nuestras emociones. Al mejorar nuestra capacidad para identificar y entender nuestras propias emociones, podemos reducir nuestra susceptibilidad.
Ahora que hemos aprendido a manejar nuestras propias emociones, podemos pasar al siguiente paso: desarrollar la inteligencia social.
Desarrollo de la inteligencia social frente a la susceptibilidad
Aprende a empatizar con los demás
La empatía es una habilidad que se puede aprender y mejorar. Al entender las emociones y perspectivas de los demás, podemos reducir nuestra susceptibilidad y mejorar nuestras relaciones interpersonales.
En el siguiente punto, hablaremos sobre cómo tomar distancia ante situaciones emocionalmente cargadas.
Aprender a tomar distancia: ejercicios prácticos
Poner en práctica defusiones cognitivas
Una técnica útil para manejar la susceptibilidad es la defusión cognitiva, que implica separar tus pensamientos y sentimientos de tu identidad personal. Practicar esto puede ayudarte a poner en perspectiva las críticas o comentarios negativos.
Por último, pero no menos importante, es necesario aprender a comunicarse eficazmente con personas susceptibles.
Consejos para comunicarse eficazmente con una persona susceptible
Mantén un tono tranquilo y respetuoso
Cuando interactúas con alguien susceptible, mantener un tono tranquilo y respetuoso puede ayudar a evitar conflictos y malentendidos.
Evita las críticas personales
Las críticas personales pueden ser especialmente dañinas para las personas susceptibles. En su lugar, intenta ofrecer retroalimentación constructiva y centrada en comportamientos específicos.
A través de estos consejos y estrategias esperamos puedas afrontar y superar la susceptibilidad.
En resumen, la susceptibilidad es un estado emocional que puede complicar nuestras relaciones interpersonales. Sin embargo, con autoconciencia, autocompasión e inteligencia emocional y social, puedes aprender a manejar tu propia susceptibilidad y mejorar tus habilidades de comunicación. Recuerda que el cambio es posible y está en tus manos.
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