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¿Por qué estamos tan apegados a nuestros objetos cotidianos ?

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¿Por qué estamos tan apegados a nuestros objetos cotidianos ?

¿Por qué estamos tan apegados a nuestros objetos cotidianos ? Esta pregunta, a simple vista inocente, esconde una reflexión profunda sobre la psicología humana y nuestra relación con nuestras posesiones. Los objetos cotidianos, a menudo considerados triviales, pueden tener un significado mucho más complejo y entrelazado en nuestras vidas.

Comprender nuestra relación con los objetos cotidianos

El valor emocional de los objetos

Los objetos que nos rodean – desde recuerdos familiares hasta prendas de vestir gastadas, libros o piezas de arte – están imbuidos de valor emocional. Según Valérie Sacriste, socióloga de la Universidad Paris Cité, estos objetos son receptáculos de nuestras experiencias y recuerdos. En su libro Nuestras vidas, nuestros objetos, publicado en septiembre de 2023, subraya cómo estas posesiones nos recuerdan momentos significativos de nuestras vidas y refuerzan nuestra identidad.

El efecto espejo

Nuestros objetos pueden reflejar nuestra imagen personal y aspiraciones. Manuel Charpy, historiador e investigador del CNRS (Centro Nacional para la Investigación Científica), explica que los objetos se convierten en “espejos” que transmiten nuestro estatus e importancia social. La publicidad explota este aspecto apelando a nuestro deseo humano fundamental: anhelar una vida mejor reflejada en los productos materiales que poseemos o deseamos comprar.

Ahora que hemos comprendido mejor la relación intrínseca que tenemos con los objetos cotidianos, podemos profundizar en el peso psicológico de estas posesiones.

La importancia psicológica de las posesiones personales

El vínculo psicológico

Este apego a los objetos va más allá de la simple afición. Según Serge Tisseron, psiquiatra, los objetos pueden representar “cómplices” en nuestra vida cotidiana, testigos de nuestros éxitos y fracasos. A veces, nos aferramos a los objetos mucho después de que hayan perdido su utilidad práctica simplemente porque anclan nuestro pasado y nuestras emociones. Esto también puede ser cierto para los objetos asociados con experiencias difíciles o traumáticas que guardamos para evitar olvidar o mantener una cierta distancia con recuerdos dolorosos.

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Problemas de desorden

En una sociedad donde la acumulación de bienes se está convirtiendo en un problema (armarios llenos, hogares abarrotados), la dificultad para deshacernos de los objetos plantea desafíos psicológicos significativos. Diversas investigaciones muestran que esta tendencia a aferrarse a las cosas está vinculada a nuestras necesidades fundamentales de identidad y seguridad. Las estrategias deben ser consideradas para ayudar a las personas a liberarse del apego excesivo a sus pertenencias.

A continuación, vamos a explorar cómo nuestros recuerdos y emociones juegan un papel crucial en este fenómeno.

Los recuerdos y el apego emocional

El impacto emocional de los objetos

Los objetos cotidianos tienen un profundo impacto en nuestras emociones. El trabajo de Véronique Dassié sobre el impacto emocional de los objetos (publicado el 15 de noviembre de 2023) contribuye a este debate. Esta intersección de sociología y psicología revela cómo nos definimos a nosotros mismos a través de nuestros recuerdos y experiencias asociadas con estos objetos cotidianos.

Es importante también recordar que nuestros hábitos diarios pueden reforzar nuestro apego a estos objetos.

Cómo nuestros hábitos moldean nuestro apego a los objetos

Lazos habituales

Nuestros hábitos cotidianos influyen en nuestra relación con los objetos. Al repetir ciertas acciones día tras día, asignamos significados y valores específicos a estos objetos, lo que profundiza aún más nuestro vínculo con ellos. Estas rutinas pueden convertir incluso los objetos más comunes en portadores simbólicos poderosos de nuestras experiencias e identidades personales.

Recapitulemos ahora las ideas clave que hemos explorado en este artículo.

Nuestra relación con nuestros objetos cotidianos es una cuestión matizada y multifacética. No es simplemente materialismo, sino una forma compleja de autoexpresión y autodefinición. Los objetos actúan como espejos reflejando quiénes somos, representan nuestros recuerdos y son cómplices silenciosos en nuestras vidas diarias. Sin embargo, también debemos estar atentos y aprender a liberarnos de un apego excesivo para evitar el desorden y mantener una vida equilibrada. Al final, encontrar este equilibrio es un ejercicio constante de autoconocimiento y autorreflexión.

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